La depresión post-parto puede afectar en su totalidad, los lazos afectivos que tiene una madre con su hijo, sin dejar a un lado, el hecho de que el bebé puede desarrollar complicaciones cognitivas, emocionales y físicas con el pasar del tiempo; Esto se da cuando la madre a no está conectada emocionalmente con el hijo y deja sus necesidad por cubrir a un lado.
En el futuro, lo más probable es que la relación entre la madre y el hijo, en su etapa de crecimiento, sea muy complicada, debido a que el niño podrá crecer con problemas emocionales, con dificultades para dormir y comer; tendrá llanto excesivo y, el bebé, podrá pasar por retraso en su desarrollo del lenguaje y de comportamiento.
Para intentar prevenir esto, el médico que esté atendiendo a la madre, puede hacer un seguimiento y notar si hay síntoma o no, de depresión. Sin embargo, existen grupos de apoyos para estas madres, terapia psicológica u otro tipo de terapias tipo las creación de artesanías pueden ayudar a mejorar; Aunque, en casos muy severos, el médico podrá prescribir antidepresivos, incluso estando en estado de embarazo.
En el momento de que la mujer tiene al niño, se deberá hacer chequeos constantes de postparto, pues esto ayuda a que a detectar estos signos y síntomas para lo más rápido posible iniciar con el tratamiento.
Los medicamentos y las citas psicológicas pueden ayudar a reducir o eliminar de manera efectiva, todos estos síntomas, sin embargo, así la madre tenga un buen círculo de apoyo social, esto no indica que ayudará a prevenirlo, si ayuda a disminuirlo pero, hay que tener cuidado con ciertas alertas que da el cuerpo de la madre. La madre o los cercanos a ella, deberán consultar con el médico en el momento que la mamá sienta que su tristeza perdura por más de dos semanas, sintiéndose más intensos los síntomas de depresión; Cuando a la madre se le dificulta hacer trabajos simples de la casa, no puede cuidar de sí misma ni de su bebé y demás cosas que se debe de estar atento.